Siempre al final del periodo legislativo, nuestros
legisladores parecen muy productivos haciendo como que hacen el trabajo que
debían haber hecho durante todo el periodo; en este caso me llama la atención
la nueva Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos cometidos en materia
de hidrocarburos y la pasarela del señor Antonio
Neblina Vega, secretario de la comisión de justicia de la Cámara de
Diputados, para “explicar” la importancia de tan importante ley.
Asegura que era imprescindible pues “hasta ahora los detenidos por el
robo de hidrocarburos era procesados por el delito de robo agravado y la
libraban”, supongo que por “libraban” tan distinguido personaje
entiende y quiso comunicar que NO eran sancionados, pero hoy el 70 por ciento
de las consignaciones por robo (simple o agravado) no llegan a una sentencia
definitiva en la jerga del eminente señor Neblina,
“la
libran” bajo el mismo argumento del diputadete, sería necesario una ley
para sancionar el robo de bolsas y después una para especificar si se trataba
de bolsas de mercado o de bolsas con dinero.
También señala que ahora hay un tipo penal que determina
con claridad ese ilícito, con lo que los ministerios públicos contarán con
mayores elementos para la integración de la averiguación previa; pero ese
argumento tampoco se sostiene, pues hubiese bastado que el Código Penal Federal
y el Código de Procedimientos Penales, se adecuaran y ya.
Ellos hacen leyes para justificar que están haciendo el
trabajo por el cual cobran (por cierto muy bien) pero no tienen capacidad de
entendimiento de discernimiento, de planeación y de priorización; sólo por
citar un ejemplo, el proyecto de ley para la cambio de régimen jurídico del
Distrito Federal viene de hace ya casi 30 años y ahora parece ser inaplazable.
El proceso de creación de leyes y la especificidad de la
ley en México es tan absurda que en nuestra carta máxima en su artículo 41 casi
señala cada paso que habrá de seguirse en materia de reglamentación electoral;
es tan imprecisa como que el artículo 69 de la Constitución indica la
obligación del titular del ejecutivo federal de presentar un informe por
escrito y el artículo 7 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados
Unidos Mexicanos dice o hace referencia a otra cosa (se quedó viejo) y es tan
omisa como que modificaciones constitucionales realizadas en 2007, con
transitorios que fijaban plazo de treinta días naturales para la “adecuación”
legislativa aún se encuentran en “proceso” y los legisladores siguen
estando en falta por esas adecuaciones (Artículo 134 Constitucional publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 13 de noviembre de 2007)
En su inmensa mayoría la actividad de los últimos días
del periodo legislativo son refritos de los proyectos viejos o de los de “interés”
para el ejecutivo federal; hoy todavía la legislación de la famosa reforma
educativa es una margllate sin pies ni cabeza en cada uno de los estados de la
república.
La Comisión de Justicia, tiene entre sus “pendientes”
la elaboración de la Ley
sobre suspensión de derechos y garantías, que debió aprobarse en junio de
2012, un poco más de 40 meses sin resultado efectivo, violando sus propios
transitorios y valiéndoles una pura y dos con sal.
Pero el señor secretario de la comisión, se pasea por las
radiodifusoras haciéndonos ver las ventajas de otra ley para no aplicarse;
quisiera proponerle a tan “distinguido” miembro del poder
legislativo una ley para castigar la ineficiencia legislativa, no necesariamente
una ley penal, sino simplemente administrativa que les descuente digamos el
equivalente de un día de salario (al mes) por cada 90 días de atraso en sus
propios transitorios constitucionales.
No una ley punitiva como la educativa que corre (despide)
maestros o diputadetes omisos, una ley que los obligue a hacer su trabajo, el
trabajo para el que se contrataron, por el que cobran y al que ellos mismos se
obligan en artículos transitorios que no cumplen.
Aunque seguro para él y todo el inútil legislativo, será más fácil hacer transitorios que digan "todo se hará cuando se pueda y cuando los señores legisladores tengan tiempo"
Aunque seguro para él y todo el inútil legislativo, será más fácil hacer transitorios que digan "todo se hará cuando se pueda y cuando los señores legisladores tengan tiempo"
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