La siembra, cosecha, uso, embalaje y transportación de
canabis y otros alucinógenos en la mixteca (Montaña) y en Tierra Caliente, son
parte de la cultura ancestral, hay versiones que aseguran que son precolombinos
y que responden a la necesidad de ritos de las culturas originarias; sin
embargo, es a partir de los 70 en que la marihuana se convierte en un producto
de exportación que se observa la intencionalidad de cultivarla, además, en la
Montaña de Guerrero (vértice de la colindancia con Puebla y Oaxaca), en aquel
entonces se observaban grandes sembradíos de amapola incluso a pie de
carretera.
De manera natural, fue la organización del cartel de Sinaloa
o del Pacífico la que regenteó esa producción, los propietarios de las tierras
o lo hacían por su cuenta o “rentaban” las tierras a los
productores (especialmente de Michoacán), en cualquier caso, la producción era
apenas de unas toneladas al año y los caciques locales resultaban ser los más
beneficiados, pues ellos controlaban los movimientos del producto y recibían
parte de las ganancias sin mayores riesgos, además dada su “influencia”
local, ellos señalaban a los productores que eran detenidos (como ejemplo para
los otros) e incluso, ellos con sus cuerpos de seguridad o con los cuerpos de
seguridad pública local asesinaban y desaparecían pobladores que se oponían a
la siembra o que no “pagaban” las cuotas solicitadas.
En Coyuca de Catalán por ejemplo, la familia Nájera mantuvo
el control hasta mediados de los 90 de toda la región de Tierra Caliente,
entonces un enfrentamiento con los Higuera y Chávez llevó a un cambio de
posiciones.
En la Montaña (en donde se encuentran los municipios más
pobres de México) con una diversidad indígena muy importante (ahí conviven
nahuatlacos, amuzgos y mixtecos) desde los 80 está absolutamente controlada por
la familia Rocha, que desde diversas posiciones políticas y administrativas
locales, se encarga de repartir prebendas
castigos a quien apoya o disiente.
En la Tierra Caliente, el dominio del cartel del Pacífico
se vio primero disminuido (a mediados de los 90) con el ingreso de La Familia
Michoacana (ahora Caballeros Templarios),
está prácticamente en manos de este grupo criminal y la principal plaza en
disputa es sin duda alguna la comercialización en Zihuatanejo, en esa parte de
Guerrero, la criminalidad se sobrepone a la autoridad política local mediante
soborno, se sabe que en el caso de Zihuatanejo, desde 2002 la lucha de los dos
grupos criminales por el control administrativo local, que en 2008 la Familia
Michoacana financió una candidatura al congreso local y la de Presidente
Municipal, que ahí guardias privados de seguridad (ex policías municipales)
controlan la introducción de estupefacientes a los hoteles y bares locales.
Ahí la familia del exalcalde Alejandro Bravo Abarca, mantiene el control total de la actividad
delictiva entre Zihuatanejo, Petatlán y que su principal objetivo se fija en
Acapulco.
Así, Acapulco se convierte en la verdadera joya de la corona
del municipio, hoy se sabe que el mayor control lo tuenen Los Zeta,
resabios del Cartel del Golfo que desde la administración de José
Francisco Ruiz Massieu (hermanado con el cartel de los Salinas) sentó sus
reales ahí, esta organización criminal además de la venta de estupefacientes,
realiza actividades de cobro de piso, extorciones, secuestros y robo a mano
armada; las fuerzas de seguridad pública locales se pliegan (por dinero o por
amenaza a la voluntad de las células criminales que ahí operan).
La Montaña originalmente dominada por el cartel de los
Beltrán Leyva, además de marihuana producía amapola y desde finales del siglo
pasado coca; además, dada la dificultad de ingreso por parte de las fuerzas de
seguridad y la relativamente fácil huida hacia Puebla y Oaxaca, permitió desde
2002 o 2003, la instalación de laboratorios para el procesamiento de anfetaminas,
opio y cocaína; ahí las múltiples fracturas del cartel original han propiciado
la disputa permanente por el territorio, se sabe que en la parte más profunda y
con dominio territorial y político se encuentran los grupos más afines (así
denominados) a la Barbie, con varios
liderazgos como son: El Indio, cartel Independiente de Acapulco, Los Pelones,
Los Iguala, Los hermanos Ríos Bahena, El Pelos o los Solano.
El centro de operaciones es Olinalá y Tlapa de Comonfort en
donde tienen control administrativo (mandos de policía) y político (presidentes
y Cabildos)
En la parte más alta y quizá la de mayor dificultad de
ingreso, los Guerreros Unidos, mantienen una
feroz lucha por territorio, se dice que en ese espacio geográfico cuentan con
plantaciones de coca y grandes y modernos laboratorios, que son capaces de
producir hasta una tonelada a la semana de cocaína y transportarla a los
mercados, pero su mercado más cercano y peleado es Acapulco y Zihuatanejo, por
lo que han realizado alianzas con los caballeros Templarios (pus son una
escisión de ellos) y con Los Zeta, pero también con algunas de la células de la
barbie que comercializan en el DF y otros centros urbanos de la república.
La parte más violenta, por haber sido expulsados de sus
territorios de origen y no encontrar cabida en nuevos territorios son los
resabios de los Beltrán Leyva que cuando menos
en cinco células (Los Granados, Los Rojos, Los Zafiros, El Tigre y Los
Ardillos) han impuesto una ola de terror entre comunidades indígenas amuzgas.
Si hubiera que partir Guerrero, se tendría que partir entre
más de 50 células del crimen organizado, que pueden o no segur órdenes de uno o
varios capos, que se enfrentan de manera cotidiana por el control de las
actividades delictivas (desde robo de auto hasta secuestro) que de manera
violenta y con gran muestra de arrojo, toman comunidades enteras en calidad de
mano de obra para sus actividades delictivas, hay amplias zonas de La Montaña
que han sido abandonadas por sus pobladores y ahora son absolutamente controladas
por los criminales.
Dicen los estudios de inteligencia de PGR que los Caballeros
Templarios parecen ser el grupo con mayor capacidad de dominio y que quizá de
concretarse a alianza con Guerreros Unidos y con una parte de los afines a la
Barbie, pueden llegar a dominar Guerrero en un plazo relativamente corto.
También esos estudios señalan que unos 40 municipios del
estado (casi la mitad de los 81 que tiene Guerrero) están absolutamente
infiltrados (hasta la médula) por parte de las organizaciones criminales,
literalmente dice “no se distingue ahí entre miembros de organizaciones criminales,
empresarios, autoridades administrativas y líderes comunitarios”
Un sórdido panorama, verdad. ¿Quién puede garantizar un avance democrático ahí?.
SALUD
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