El transporte en el DF

Recordar es vivir, aquellos años en que (como narraría Chava Flores) te colgabas del trasporte público para desplazarte, había incluso quienes viajaban en la parte trasera del trole (pa no pagar) y “el cambio de paradigma” como lo denominó Carlos Hank González con la construcción de los ejes viales y la “introducción” de los delfines y las ballenas (míticas unidades que le quedaban perfecto al pulpo camionero)

Aquellos años en que esos señores concesionarios eran dueños de hasta cuatrocientas concesiones, de los trayectos en que por 30 centavos podías recorrer toda la ciudad, dormir y hasta fumar en ellos.

Como me acuerdo de aquella “intervención” de la Ruta-100 para salvar la movilidad de la ciudad contra las “mafias de transportistas” me acuerdo de don panchito (un legendario transportista que a finales de los 70 se enfrentó al Estado mexicano con unos 280 “conductores” y lo doblegó)

Don panchito controlaba la ruta 2 que corría entonces por Insurgentes y otros ramales todavía con automóviles llamados peseros (pues tenían tarifas en múltiplos de pesos), era todo un personaje, capaz de poner de rodillas a Delegados y al propio Regente, nombraba (claro con la venia de los regentes a los de policía y tránsito de ocho delegaciones políticas)

En esos años la autorida (así) siempre diligente y sumisa “autorizó” primero las combis (que era una verdadera lata con asientos) y después los microbuses, desde entonces se dijo que no eran la solución al sistema de transporte local, pero no importaba, eran n gran negocio para un grupito de armadoras automotrices (habría que recordar a Abraham Zabludovsky y familia)

Ahora se cambia el paradigma y se pretende un sistema de transporte eficiente y limpio, se inició con unidades robustas en las grandes rutas del DF y después los metrobuses que ahora ya cubren cuatro circuitos (aunque no solucionan el problema ayudan a aliviarlo y pues también a los cuates de ADO)

Primero les platico cuando estaban “construyendo” la ruta 3 del metrobus, uno de los conductores de la ruta que va de Tlane a CU (y que corría por Vallejo y Guerrero), me platicó que les habían “ofrecido” unidades pequeñas (tipo combis) si se conformaban como empresa para hacer recorridos cortos (tipo raza-centro médico o basílica azcapotzalco) a precios muy bajos y tras preguntarle si tomaría la oferta, me dijo es que nadie quiere entrale a lo de empresa. SALUD.

Después les digo que hace unas semanas la ruta que va de San Juan de Aragón a Chapultepec fue sustituida por una empresa con camiones y presta un servicio más eficiente (aunque también más caro)

En esta “negociación” se amenazó de manera velada a los concesionarios con “le entran ustedes o ya tenemos los inversionistas que si quieren”

No me parece mala la idea de cambiar el sistema de transporte público concesionado en las calles de la ciudad de México, incluso hasta para los conductores resulta mejor (ahora cuentan con seguridad pública y no tienen que andar correteándose) para el pasajero hay mayor espacio y hasta seguridad tanto en tiempos como en su persona.

Pero los microbuses y las combis subsisten, son parte de la fauna urbana y cada vez están más acorralados, se han quedado sin espacios y son capaces de contravenir todo tipo de reglas de tránsito y convivencia humana, las unidades (producto del deterioro normal) se encuentran en pésimas condiciones, en la ruta 14 que transita de tlalpan hacia el oriente (Iztapalapa) se encuentras verdaderas trampas que ocasionan (no pueden ocasionar) incidentes de tránsito diariamente, que sin precaución se mueven de un carril a otro, pero, lo más grave que no permiten que 24 personas viajen de manera cómoda en ellas y llegan  a cargas hasta el doble.

Escucho decir a Miguel Ángel Mancera que se retirarán las unidades en mal estado y que actuará en contra de los concesionarios que simulen o incumplan la reglamentación.  Me preocupa, pues esos que “incumplen o simulan” son precisamente los que han sobrevivido a la “modernización” gracias a su capacidad de “negociación” con las autoridades, esos son los que en un arranque de furia pueden parar la ciudad.

Ahí están los don panchito que cierran Insurgentes o Puente de Alvarado, SALUD.